miércoles, 10 de junio de 2009

La Contaminación Acuática feminiza a los machos

adn » sexo
Luis Landeira, Madrid 27/01/2009

Un estudio británico revela que ciertas sustancias que flotan en los ríos bloquean las hormonas sexuales masculinas en peces y humanos

Como en la canción de Dinarama, son muchas las chicas de hoy en día que buscan un hombre de verdad y sólo encuentran tipos blanditos, metrosexuales o directamente gays. Mientras la tradición hinduista sigue achacando estos fenómenos al advenimiento de la Edad Oscura (Kali Yuga), unos científicos británicos le echan parte de la culpa a la contaminación que flota en las aguas de los ríos. Al parecer, los peces se están volviendo hermafroditas... y lo mismo podría estar ocurriendo con los machos humanos.

Estas conclusiones son el resultado de una investigación conjunta realizada por un grupo de eminentes biólogos de las universidades británicas de Exeter, Brunel y Reading y publicada en la revista Enviromental Health Perspectives.

Los científicos han examinado más de 1.000 peces de 30 ríos ingleses afectados por aguas residuales, llegando a la conclusión de que hay en ellas sustancias químicas que bloquean las hormonas sexuales masculinas de los peces, "feminizándolos" y reduciendo la fertilidad del semen.

MECÁNICA TESTICULAR
Los antiandrógenos que se han encontrado en esas aguas contaminadas son similares a los que contienen algunos fármacos o ciertos pesticidas con los que se rocían muchas explotaciones agrículas. El estudio afirma que este tipo de sustancias que provoca feminización testicular (o disgenesia) en los peces del río también pueden afectar a los machos de la especie humana, aunque no estén tanto tiempo en contacto con el agua. ¿El motivo? La mecánica testicular en peces y humanos es muy parecida.

No es la primera vez que se investiga el proceso de feminización de los peces en el río. En el año 2004, Cemagref (un establecimiento público francés con sede en Lyon) descubrió en los ríos Sena y Ródano lo que el informe describía como "detergentes industriales, plastificantes y sobre todo hormonas humanas y desechos médicos vertidos en las aguas e ingeridos por los peces que pueden provocar una feminización de la especie porque actúan como hormonas femeninas y perturban las funciones endocrinas". Sin embargo, en este estudio aún no se hablaba de las posibles consecuencias de los vertidos en los machos humanos.

Este es, pues, un segundo grito de alarma sobre este acuciante problema, así que los científicos ya han cumplido su cometido. Ahora es el turno de la industria y de las autoridades, que deberían regular el vertido de sustancias a los ríos para evitar estas y otras mutaciones capaces de afectar a la evolución de las especies.

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